el truco definitivo para que nunca más sean un castigo

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Tablas de multiplicar: el truco definitivo para que nunca más sean un castigo

¡Hola, soy David, el Profe enamorado de las mates! Sí, sí, has leído bien. Estoy enamorado de las matemáticas y voy a seducirte con ellas. ¿Estás listo para darle un giro a tu relación con las tablas de multiplicar? ¡Vamos allá!

Las tablas de multiplicar no son un castigo, son un juego

Recuerdo que cuando era pequeño, las tablas de multiplicar eran un castigo. ¿Las recuerdas? ¡Qué tiempos aquellos! Pero, ¿y si te digo que hay una forma divertida y creativa de aprenderlas? ¡Sí, estás en el sitio correcto para descubrirlo! ¡Bienvenido al mundo de las matemáticas artísticas para maestros!

El truco definitivo: enseñanza activa de matemáticas en primaria

Pero antes de empezar, déjame contarte un poco sobre la importancia del movimiento y el ritmo en el aprendizaje. ¿Sabías que puedes aprender matemáticas bailando? Sí, como lo oyes. Las actividades matemáticas con movimiento y ritmo son una excelente forma de aprender.

Así que, vamos a ponernos en marcha. ¿Recuerdas el juego de la soga? Ese en el que dos equipos tiran de cada extremo para intentar llevar al otro equipo a su campo. Pues vamos a utilizar este juego para aprender las tablas de multiplicar.

El juego de la soga multiplicativa

¿Cómo? Muy fácil. Cada número de la tabla de multiplicar es un jugador del equipo. Por ejemplo, para la tabla del 2, tendríamos dos equipos: el equipo de los números del 1 al 10 (los multiplicandos) y el equipo de los resultados (los productos). Cada vez que un equipo gana, decimos la operación correspondiente: «2×1=2», «2×2=4», y así sucesivamente. ¡Es una forma muy divertida de aprender las tablas de multiplicar!

¡Lleva las matemáticas a la vida diaria!

Y no te quedes solo con el juego de la soga. Puedes llevar las matemáticas a la vida diaria. ¿Jugando al fútbol? Sí, también. ¿Cómo? Pues muy fácil. Cada gol puede valer 2 puntos, por ejemplo, y así estarás practicando la tabla del 2 sin darte cuenta. ¡Este es el poder de la gamificación en clase de matemáticas!

¿Y si mi hijo odia las matemáticas?

Si tu hijo odia las matemáticas, no te preocupes. Hay muchas formas de ayudarle. La clave está en hacer que las matemáticas sean divertidas y significativas para él. ¿Cómo? Pues con actividades prácticas y divertidas, como las que te he contado antes. Y si necesitas más ideas, no dudes en apuntarte a los cursos en enamoradodelasmates.net.

¡Vamos a multiplicar jugando!

Ya lo ves, las matemáticas no tienen por qué ser un castigo. ¡Pueden ser un juego! Y si te ha gustado este post, no olvides suscribirte a la newsletter para no perderte ninguna novedad. Y si quieres seguir aprendiendo y divirtiéndote con las matemáticas, te invito a apuntarte a los cursos en enamoradodelasmates.net. ¡Vamos a multiplicar jugando!

Firmado: David, El Profe enamorado de las mates.